Tener una mascota en casa es muy beneficioso (como ya hemos comentado en post anteriores) desde el punto de vista psicológico, además estimula el desarrollo sentimental e intelectual en los niños e incluso, se considera una señal de cultura y un buen "modus vivendi".
Si te fijas en los países más ricos, más industrializados y con más desarrollo son éstos los que más animales de compañía tienen.
La conciencia social nos pide que seamos cuidadosos, respetuosos y razonables y, todos, tenemos claro que no hay que descuidar y mucho menos maltratar o abandonar a un ser vivo, pero nos guste o no admitirlo, SUCEDE y más a menudo de lo que me gustaría.
¿Cómo es posible que ese precioso cachorro que llegó a casa, tan deseado, con el que hemos pasado tantas horas de juego, al que le hemos dado los mejores cuidados y cariños... sea ahora tan molesto como para abandonarlo?
He oído las mil y una escusas, de todos los tipos y colores y, sinceramente, NINGUNA ME HA CONVENCIDO NUNCA
- "me tiene la casa destrozada", "no tengo tiempo", "ha crecido demasiado, no pensaba que fuera a ser tan grande", "ladra y molesta a los vecinos, que se quejan a menudo", "tiene celos del bebé", ... y otro sin fin que no voy a mencionar porque cuanto más lo pienso más me enfado.
Pues bien, para todos estos dueños tengo las mismas preguntas:
- ¿fue una decisión meditada?, ¿estaba de acuerdo toda la familia?, ¿pensaste en los cambios que iba a tomar tu vida?, ¿por qué esa raza y no otra?, ¿ha sido la más adeucada a tu estilo de vida?... y las más importantes, ¿has tomado el suficiente tiempo en educar correctamente a tu mascota?, ¿has realizado con tu mascota ejercicio diarío necesario para ella?
No es de extrañar que las leyes cada vez sean más duras y restrictivas y, que la sociedad, así lo pida y lo apoye, pero... ¿es una cuestión de leyes?, ¿es un aspecto de sensibilidad social? o ¿es que nos falta mucha educación?
A los niños generalmente les atraen mucho los animales, les encanta interactuar con ellos; hay estudios pedagógicos que concluyen, que la mayoría de los niños de entre 6 y 12 años va a pedir a sus padres un animal de compañía en algún momento. Por favor, que sea una decisión muy meditada y que no sea ni el regalo de cumpleaños, ni el premio por unas buenas notas en el colegío, ...
Por favor, piensalo dos veces
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