jueves, 10 de noviembre de 2016

Piensalo dos veces

Tener una mascota en casa es muy beneficioso (como ya hemos comentado en post anteriores) desde el punto de vista psicológico, además estimula el desarrollo sentimental e intelectual en los niños e incluso, se considera una señal de cultura y un buen "modus vivendi". 

Si te fijas en los países más ricos, más industrializados y con más desarrollo son éstos los que más animales de compañía tienen.

La conciencia social nos pide que seamos cuidadosos, respetuosos y razonables y, todos, tenemos claro que no hay que descuidar y mucho menos maltratar o abandonar a un ser vivo, pero nos guste o no admitirlo, SUCEDE y más a menudo de lo que me gustaría.

¿Cómo es posible que ese precioso cachorro que llegó a casa, tan deseado, con el que hemos pasado tantas horas de juego, al que le hemos dado los mejores cuidados y cariños... sea ahora tan molesto como para abandonarlo?

He oído las mil y una escusas, de todos los tipos y colores y, sinceramente, NINGUNA ME HA CONVENCIDO NUNCA

 - "me tiene la casa destrozada", "no tengo tiempo", "ha crecido demasiado, no pensaba que fuera a ser tan grande", "ladra y molesta a los vecinos, que se quejan a menudo", "tiene celos del bebé", ... y otro sin fin que no voy a mencionar porque cuanto más lo pienso más me enfado.

Pues bien, para todos estos dueños tengo las mismas preguntas:

 - ¿fue una decisión meditada?, ¿estaba de acuerdo toda la familia?, ¿pensaste en los cambios que iba a tomar tu vida?, ¿por qué esa raza y no otra?, ¿ha sido la más adeucada a tu estilo de vida?... y las más importantes, ¿has tomado el suficiente tiempo en educar correctamente a tu mascota?, ¿has realizado con tu mascota ejercicio diarío necesario para ella? 

No es de extrañar que las leyes cada vez sean más duras y restrictivas y, que la sociedad, así lo pida y lo apoye, pero... ¿es una cuestión de leyes?, ¿es un aspecto de sensibilidad social? o ¿es que nos falta mucha educación?

A los niños generalmente les atraen mucho los animales, les encanta interactuar con ellos; hay estudios pedagógicos que concluyen, que la mayoría de los niños de entre 6 y 12 años va a pedir a sus padres un animal de compañía en algún momento. Por favor, que sea una decisión muy meditada y que no sea ni el regalo de cumpleaños, ni el premio por unas buenas notas en el colegío, ...

Por favor, piensalo dos veces

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